Antes del
principio, el Gran Hacedor de todas las cosas, decidió expandirse más allá de
sí mismo para hacerse más sabio; fue entonces cuando emprendió la tarea de
crear todo lo conocido y todo lo que aún no conocemos.
Y así fue
que estiró su mano hacia el SUR, que
es la dirección que marca el crecimiento y la fructificación, y de allí tomó AGUA (Dos esferas rojas que representan
el H2 y una azul al O2) y dijo: -"este es el
elemento del que surge la vida, que lava y refresca, que hace crecer y da
vitalidad; es el elemento que contiene las formas bellas, las emociones y los
sentimientos…" Y asoció el Agua con lo femenino.
Luego
estiró su mano hacia el NORTE,
dirección de la renovación, del conocimiento y la sabiduría, tomó AIRE (Guerrero águila de cada estudiante
normalista) y dijo: -"este es el elemento del aliento, de la palabra y de
la música, de la luz, el color y el perfume; es el elemento que contiene los
pensamientos, las ideas y la creatividad; en él está la fuerza de la razón
(gran tocado de plumas en color verde)…" Y asoció el Aire con lo
masculino.
Más tarde
tendió su mano hacia el ESTE,
dirección de lo nuevo, de los comienzos, del nacimiento, y de allí tomo FUEGO (Aro de color rojo con la
representación de Quetzalcóatl como la dualidad inherente a la condición humana al ser la
"serpiente" de forma física
corpórea con sus limitaciones, y las "plumas" son los
principios espirituales que en conjunto forman la letra Q) y dijo:-
"este es el elemento de la iluminación (color rojo) y el esclarecimiento,
de la purificación y de la fuerza de la vida, de la salud (soles incrustados en
el cuerpo de la serpiente) ; él es el que contiene el poder de la fuerza
espiritual, es la energía, la pasión y la acción…" Y vio que el Fuego
también era masculino.
Por
último, el gran Maestro llevó su mano hacia el OESTE, que es la dirección de la madurez, de la cosecha y de las
recompensas, y de allí tomó TIERRA y
dijo:- "este es el elemento de lo interior, de lo misterioso y lo secreto,
de lo que muere para nacer (Fondo en color negro); en ella las formas se han
hecho materia, y contiene en sí la belleza del cambio y de lo dinámico como
parte de la vida (Siglas de Escuela Normal Superior en color amarillo)…" Y
vio que esto también era femenino.
Luego el
Gran Hacedor, con los cuatro elementos en las manos, comenzó a combinarlos
creando así todo lo que existe y en orden de importancia, primero las formas
más simples (Átomos, moléculas) y creciendo así hacia lo más complejo
(compuestos). Y una vez concluida la creación, la puso en movimiento y comenzó
a evolucionar, a crecer… y cosas nuevas surgieron de la creación, porque esta
tenía vida, y el Excelso fue feliz porque con cada movimiento nuevo de la
creación él mismo se renovaba, puesto que esto es la creatividad.
De las
cuatro direcciones de donde el gran Hacedor extrajo los elementos primordiales,
de los cuatro puntos cardinales, de esa unión, surgió la más sublime y hermosa
de las combinaciones: el Espíritu Humano, al cual le dijo: -"Que cada ser
humano busque dentro suyo los elementos con los que fue creado, que sepa qué
tiene de agua, qué tienen de aire, qué de fuego y qué de tierra, que dijo:
-"Que cada ser humano busque dentro suyo los elementos con los que fue
creado, que sepa qué tiene de agua, qué tienen de aire, qué de fuego y qué de
tierra, que distinga lo que hay de femenino y lo que hay de masculino en su
propio ser”.
Y dijo además: -"Cuando todos los seres
humanos encuentren en su interior los cuatro elementos primordiales, serán
verdaderos guerreros, nobles y puros, y toda la creación estará en armonía, y
ellos podrán colaborar con la creación en lugar de destruirla.
Por lo que estos cuatro elementos se
necesitan en todo momento, no puedes prescindir de ninguno, porque cada
uno se requiere en un momento determinado. Seamos capaces de saber utilizarlos
en los momentos necesarios y no abusar de los mismos ya que cada uno juega
un importante instrumento en la vida de todos.